La magia y lo atemporal del BLANCO Y NEGRO nos ayudan a trasmitir infinidad de emociones.
En una fotografía monocroma se pueden fundir la alegría y la solemnidad de un momento, digamos que nos ayuda a comprender más aún “ese instante”.
Personalmente nunca disparo directamente en BLANCO Y NEGRO. Me gusta ir editando cada sesión de fotos una a una, e ir desgranando cada toma para ver cuál es la que destino a tal efecto.
A continuación os dejo una edición en BYN que hicimos para JOSE Y DAVID en el día de su boda.